PRIMEROS PASOS PARA MI HUERTA FAMILIAR
Todo cuanto necesitamos para tener una pequeña huerta familar es: una pequeña parcela, con buena tierra y agua, unos sobres de aquellas semillas que queramos plantar, herramienta adecuada y algunos conocimientos básicos. Con ello podrá tener, no sólo fruta y verdura fresca, recogida en el día, sino un entretenimiento agradable y relajante.

El huerto debe tener un acceso fácil y permitir el paso con una carretilla para el transporte del abono, y si fuera grande caminos o senderos para poder pasar sin problemas.
Una parcela de 3 x 4 metros le permitirá hacer durante todo el año unas cosechas variadas. Para proveer a una familia (2-3 personas), el huerto deberá ser por lo menos de 100 m2. Como no se dispondrá seguramente de mucho espacio, deberemos pensar muy bien qué es lo que deseamos plantar, lo que ocupa cada planta y la cantidad de alimento que nos proporcionará. Afortunadamente las especies que ocupan menos volumen, también son las más apetecibles.
La siembra deberemos realizarla en fajas o hileras muy juntas, dejando un espacio de unos 30 ó 35 centímetross. para poder realizar las labores de mantenimiento y recolección. Las siembras con semillas en plena tierra se efectuan en línea con un cordel, en unos surcos cavados con el rastrillo. Las semillas más gordas se depositan 4 o 5 en agujeros bien alineados, después rastrillar para cubrir los agujeros. Las siembras crecerán más rapidamente en cajas vidriadas que en la tierra (unas 3 o 4 semanas más rápido). Cubrir las plantas jovenes para protegerlas del frío, y colocar la caja en un sitio soleado, abrirla para ventilarla cuando el tiempo sea cálido.
Para evitar el agotamiento de la tierra, cada año se deberán alternar el emplazamiento de los cultivos. Las verduras de raíces (como las cebollas, zanahorias, etc.) son las que más agotan el suelo. En cambio las verduras de semillas son muy benéficas para el terreno. Las verduras de crecimiento rápido, podrán darle dos cosechas al año sobre una misma superficie.
Tampoco debe olvidar el tiempo que deberá dedicarle a tener el huerto en condiciones, ya que si no tiene tiempo suficiente, mejor será que se tengan cosechas más pequeñas.
Algunos días después de que las plantitas salgan, se deberá pulverizar con un fungicida sobre los brotes. Si el suelo se seca mucho en la superficie es necesario regar en pulverización, preferiblemente por la tarde o por la mañana temprano.
También tenemos que tener en cuenta el eliminar las malas hierbas, para ellos debemos binar dos veces al mes. Los herbicidas pueden atacar las plantas, por lo que es recomendable usar productos naturales y arrancarlas con la mano.
Otros enemigos son las plagas, que debemos combatir lo antes posible para que no se propagen a todo el huerto. Leer bien todas las instrucciones de los productos que usemos, y no usar al menos 15 días antes de la cosecha.
En cuánto a la conservación de los productos, hay variedades tardías que se conservan muy bien hasta entrado el invierno, ya que la tierra protege las verduras de raíz (zanahorias, nabos, remolacha), pero es conveniente cubrir el terreno con hojas o paja para evitar que el suelo se quede demasiado duro, con lo que no podríamos arrancarlas correctamente. Hay otros productos que en la nevera o congelador, se conservarán por mucho tiempo.
Los datos son aproximados y orientativos, ya que todo influye y puede variar según muchas variables externas, como el clima más autóctono, el modo de plantar, etc... Las fechas son para el hemisferio norte, para fechas del hemisferio Sur se le deben añadir 6 meses.
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