1. Expectativas realistas:
Durante el año vivimos varios ciclos distintos y tanto las hortalizas como frutales, aromáticas o plantas ornamentales no van a estar igual todo el año. Es importante conocer bien el ciclo de la planta para no desanimarnos cuando éste llegue a su fin y creamos que hemos hecho algo mal. El huerto o jardín no va a ser igual durante el verano (época de cosecha de la mayoría de frutas y hortalizas) que durante el invierno (época mucho más tranquila, ya que sólo unas pocas frutas y hortalizas pueden aguantar las bajas temperaturas)
2. Planificación:
Planificar las asociaciones y rotaciones de cultivos en la huerta es de vital importancia, especialmente si quieres autoabastecerte y necesitas obtener buenas cosechas. Merece la pena invertir todo el tiempo necesario en leer y conocer bien estas técnicas que además nos evitarán futuras plagas y enfermedades y nos darán frutos más nutritivos y sabrosos. Además conocer y estudiar el terreno en el que vamos a cultivar nos ofrece la posibilidad de aprovechar mejor las sinergias que existen y esto nos puede evitar tareas y trabajo en la huerta. En este sentido te recomiendo que uses técnicas de permacultura para lograrlo.
3. Conoce el suelo:
Es, sencillamente, la base de todo. Conocer el suelo en el que vamos a cultivar nuestros alimentos es de vital importancia. En centros de jardinería, bricolage, tiendas online, etc. puedes encontrar kits para hacerlo, desde los más rudimentarios a los más sofisticados que te ayudarán a conocer su pH, concentración de nutrientes, materia orgánica, metales pesados, etc.
4. Cambios en el suelo:
Una vez que ya sabes qué tipo de suelo tienes, su pH, si la tierra es excesivamente compacta, carencias de nutrientes, falta de fertilidad, etc. podrás atajar esos inconvenientes y solucionarlo para “personalizar” el suelo en función de lo que quieras cultivar.
5. Estructura:
Según la planificación que hayas hecho de tu huerta, siembra o planta primero los árboles y
arbustos, y posteriormente prepara los bancales con las hortalizas, aromáticas y medicinales. Ten en cuenta la dirección del sol, pues la luz es otro factor importante para el desarrollo de las plantas y la exposición directa al sol puede perjudicar a algunas de ellas, mientras que otras no toleran la sombra. Igualmente es interesante combinar las hortalizas de crecimiento rápido con otras de crecimiento lento para ir escalonando la cosecha.
6. Agua:
Un riego inteligente y regular te ahorra dinero, tiempo, trabajo y problemas por exceso de agua (como pudrición de las raíces) o estrés y falta de frutos por falta de agua. En la gran mayoría de los casos la mejor forma de regar es a través de un sistema de riego por goteo. Es fácil de instalar y te permite controlar cuánta agua quieres usar y aumentar o disminuir según el ciclo de la planta. Es muy cómodo y te permite centrarte más en otras labores sobre las que hay que prestar atención. El sistema de riego por goteo lo puedes incluso instalar en huertos en macetas
Después de haber investigado tanto sobre el suelo, conocer sus componentes, carencias, y todo lo necesario para comenzar el cultivo, una vez que hemos sembrado o trasplantado los árboles, plantas, etc. es muy beneficioso usar la técnica del acolchado para mantenerlo con un grado óptimo de humedad, evitar el desarrollo de plantas no deseadas o adventicias, evitar la erosión del suelo, que las raíces se hielen en invierno, etc.
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