jueves, 10 de abril de 2014

En el huerto también podemos cultivar flores

FLORES COMESTIBLES EN EL HUERTO


Los macizos de flores llenan de color nuestros huertos. Algunas atraen a insectos polinizadores, ayudándonos a polinizar nuestras hortalizas para que produzcan sus frutos. Otras poseen propiedades repelentes de insectos que pueden convertirse en plagas de nuestros cultivos y otras son comestibles, aportando un punto de color y orginalidad a nuestros platos.



Las flores del huerto que destinemos a su consumo, conviene cultivarlas desde la semilla y de forma ecológica, evitando pesticidas, que de otro modo acabarían en nuestro plato. En cuanto a su cosecha, se aconseja recolectarlas lo más frescas posibles y siempre que sea posible, en el momento de elaborar el plato.


Aquí algunos ejemplos de flores comestibles sencillas de cultivar tanto en terrenos como en huertos en macetas y contenedores.



Borraja: Sus flores se emplean en infusión por sus propiedades sudoríficas y diuréticas. Pero además pueden emplearse para decorar bebidas y cócteles. Para ello se cortan flores de borraja y se añaden en el agua de la bandeja de los cubitos de hielo, antes de ser congelada, poniendo una flor por cubito. La borraja se siembra directamente en la maceta o terreno, preferiblemente al sol en los meses de invierno.




Calabacín:
Aunque se trata de un cultivo típico de los huertos, quizá no sea de todos conocido el hecho de que las flores de calabacín son comestibles. Se suelen cocinar rebozadas y tienen un exquisito sabor. Para ello selecciona las flores macho, ya que las flores hembras una vez polinizadas darán lugar a los calabacines; pero asegúrate de dejar siempre las suficientes flores macho en las plantas para asegurar la polinización.





Caléndulas: Sus flores se emplean frescas en ensalada y secas como condimento y colorante, como sustituto del azafrán, aunque su sabor es diferente. Además se emplea ampliamente en cosmética natural en aceites y cremas por su efecto calmante. Se trata de una planta muy rústica que resiste sequías y heladas y es fácil de mantener en el huerto año tras año. Prefiere las exposiciones soleadas. Elige variedades enanas para cultivo en contenedores y variedades altas para terrenos. Se siembra en primavera, en marzo o abril, en semilleros o directamente al aire libre. Su temporada de floración se prolonga de primavera a otoño.




Capuchinas:
producen unas flores muy vistosas, de tonalidades amarillentas, anaranjadas y rojizas, ricas en vitamina C. Puedes tomar tanto las hojas como las flores en ensalada. Aportan un sabor que recuerda a la pimienta. Puedes sembrarla en febrero en zonas templadas y en abril en zonas frías, y preferentemente en ubicaciones soleadas. Elige las variedades rastreras para los huertos en macetas. Su floración se prolonga desde la primavera hasta el otoño.




Pensamientos: Sus flores son comestibles, por lo que darán un toque de color y originalidad a tus ensaladas de invierno y sabor entre dulce y agridulce a las mismas. Conviene tomarla con moderación ya que es ligeramente laxante. Tiene propiedades antioxidantes, derivadas de su alto contenido en vitamina E. Adecuadas para pequeños espacios, se siembran a finales del verano para que sus flores llenen nuestros huertos y macetas de colores en los meses más fríos del año.


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